Una tarde de noviembre

Talvez hayas escuchado el amor de Adán y Eva ó, Romeo y Julieta pero esto no era más que esos amores de novelas o cuentos no eran príncipes ni princesas, tampoco había brujas ni hadas eran solo dos personas humanas que sin darse cuenta se enamoraron todo comenzó, una tarde de noviembre el viento soplaba se sentía un poco fría, el sol comenzaba a esconderse detrás de la colina.

Camila lo esperaba, así como todos los días Andrew llego desesperado por verla, otra vez se sentaron a contemplar lo que quedaba de la tarde,

Vieron la noche caer simplemente fue una noche como ninguna otra fue única porque en lugar de ser dos eran uno solo tan unidas sus almas el calor del corazón se sentían los latidos cada vez un poco mas rápido sus miradas se cruzaron por ultima vez acostándose sobre el césped empezó a anochecer quisieron contar juntos las estrellas para que el tiempo pasara mas lento, Andrew le contaba que para poder ver el cielo de diferente forma tenían que estar de cabeza simplemente para verlo diferente a los demás Camila se reía amaba como la hacia sonreír, las mas pequeña cosa que fuera siempre lo lograba eran felices, ella le contesto tienes razón para ser felices hay que ver el mundo alrevez diferente a los demás si no seremos algo amargados como todos ellos